Sin lugar a duda, la tendencia que llegó para quedarse es el storytelling. Y con esto ha habido de todo; desde marcas que lo tenían y no tuvieron más que relatarlo y desarrollarlo en sus estrategias de comunicación. Hasta las marcas que sin tenerlo, lo han construido a base de hacer verdaderos esfuerzos estructurales para hacer creíble sus discursos a través de sus estrategias de branding.
En la agencia de publicidad Estimado José Alfredo ya venimos hablando desde hace más de un año de la Empatía como nueva estrategia de atracción de las marcas. Le llamamos el New Black. Como decía, una tendencia más que consolidada y trabajada ya por la inmensa mayoría de las marcas. Marcas que necesitan construir lazos fuertes y sólidos con sus compradores frente a una competencia feroz y con las mismas armas. Y ahora es cuando llega el momento de demostrarlo.
El maldito bicho, de cuyo nombre no quiero acordarme, ha venido de repente y ha hecho temblar los cimientos de la tierra. Lo que parecía imposible ha sucedido y el mundo, literalmente se ha parado. Nunca en una economía moderna nos las habíamos visto en una de éstas (y las guerras no me valen porque no estallan de un día para otro) y no hay modelos con los que siquiera intuir cuál es la estrategia a seguir.
Pero volviendo a lo nuestro que son las marcas, es el momento para que demuestren lo que tanto han contado y trabajado con sus audiencias a través de todos sus canales. ¿Qué es si no el engagement sino la manera de medir la capacidad de unión con los clientes, el grado de pertenencia a su comunidad?
Es el momento de demostrar que lo que decían era verdad, que están ahí, para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad. No se trata de cambiar de estrategia sino de variar el mensaje y el tono de lo que decimos como marcas. Reaccionar ante lo evidente, que comercialmente el mundo se está parando, que posiblemente no, con toda seguridad. Nuestra pirámide de Maslow ha bajado a sus cimientos pero que tarde o temprano esto pasará y volverá toda a ser… mejor.
Es el momento de demostrar que se les ha dicho la verdad. Y quien no lo haga perderá. Porque es el momento de demostrar que queremos seguir perteneciendo a la vida de nuestros clientes o directamente, nos abandonarán.